Póliza de crédito

Viene a ser como una cuenta corriente que permite al empresario disponer de créditos inmediatos hasta un máximo que se establece entre la entidad y el emprendedor. Ha caído mucho en los últimos años hasta el punto de que la principal apuesta de las entidades para financiar circulante se engloba bajo el epígrafe de cuenta de crédito o profesionales. En el caso de las pólizas, tiene liquidación trimestral o semestral y permite tanto imposiciones como disposiciones. Además de las comisiones habituales, hay que pagar intereses (Euríbor a tres o seis meses + 2% o 3%) e interés por descubierto.

Descuento comercial

Se cede al banco el cobro de una factura a cambio de que anticipe la deuda menos los intereses y gastos. Entre los gastos están las comisiones, los impuestos, timbres, correo… A ello hay que sumarle el tipo de interés. Como todo lo demás, tienes que analizar porque las ofertas son personalizadas. Ahora los bancos aceptan tramitarlos en soporte magnético, de acuerdo con la norma 32 de la AEB. Permite al empresario obtener liquidez inmediata y su tramitación es muy sencilla. En su contra, hay que tener en cuenta que el banco puede reclamar de nuevo al empresario el importe (descontado los gastos de gestión y el interés).

‘Confirming’

Si en el factoring es la empresa vendedora la que contrata el producto, en el confirming es la empresa compradora la que busca garantizar el pago a sus proveedores. Es muy habitual en el ámbito internacional.

Anticipo de facturas/créditos

Todos los bancos ofrecen este producto en formato electrónico de acuerdo con la norma 58AEB. Permite obtener un crédito inmediato a cuenta de las ventas pendiente de cobro. Es un descuento comercial en el que no hay endoso de recibos a la entidad financiera, con lo cual no hay que pagar timbre, lo que supone un ahorro medio de un 1% con respecto al crédito comercial. A cambio, el único garante del cobro de ese recibo es la empresa que lo contrata. Soporta comisiones por efecto, por gestión y por formalización e intereses que se devengan una vez disfrutado del crédito.

‘Factoring’

Se parece al descuento comercial, pero el factoring se apoya en una factura, mientras que el descuento necesita un pagaré, una letra o un recibo. Es más flexible porque se puede negociar anticipar un porcentaje de la factura y un plazo. Todos los bancos lo ofrecen pero las condiciones son personalizadas. Los gastos son fiscalmente deducibles, pero es un instrumento caro.

Más información: Revista Emprendedores.

Fuente: Revista Emprendedores.