Así se desprende del informe “Clientes@2033”, que analiza los retos y oportunidades a los que se enfrentará la empresa y también las administraciones públicas en los próximos 20 años, eso sí, desde el punto de vista del consumo y la gestión del cliente.

De acuerdo con este estudio, dentro de 20 años los restos y oportunidades estarán enmarcados en un contexto geopolítico diferente, en el que existe un reequilibrio entre Oriente y Occidente y donde la clase media será el principal motor económico. La innovación será la clave para el desarrollo tanto del consumo, como del mercado laboral y los procesos productivos.

Este informe, elaborado por PriceWaterhouseCoopers (PWC) en colaboración con el Instituto de la Economía Digital de ESIC (ICEMD), también revela los principales puntos en los que se debe apoyar una empresa para gestionar el cliente del futuro, y que se basa en la transparencia, la innovación, adelantarse a las decisiones de compra con la tecnología, la gestión en tiempo real, la gestión de la reputación, la creación de una nueva idea de marca y la gestión de la comunicación, entre otras cosas.

Otro de los asuntos remarcados en este informe es que la empresa debe tener al cliente satisfecho, ya que si el consumidor está contento será el que hable mejor de la marca y también el que repetirá, por lo que será un cliente fiel.

En 2033 el cliente será nativo digital, y esa generación ya ha nacido, se trata de niños que utilizan las tecnologías sin ningún problema y que su relación con el entorno está muy tecnologizada. Las empresas que conozcan en profundidad a su cliente tendrán una clara ventaja competitiva.

Este informe también destaca que 2033 estará marcado por siete tecnologías que condicionarán el consumo y, por lo tanto, los clientes: los sensores, la tecnología wearable, el big data, el cloud computing, la impresión 3D, la realidad aumentada y la robótica.

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