Fuente: Universia

El fenómeno climatológico ‘La Niña’ lleva asociado un temporal de lluvias, vendavales, borrascas e inundaciones que cada cuatro años inunda buena parte del sudoeste sudamericano, y que ha afectado hasta el momento a cerca de 3.500.000 personas. Sin embargo hay zonas donde las inundaciones son anuales, aparezca o no ‘La Niña’. Por ejemplo, los niveles de los ríos más importantes de Colombia, el Cauca y el Magdalena, crecen dos veces en los 365 días.

Ingeniería al servicio de la población.

Tres estudiantes de Ingeniería de Diseño de Producto de la Universidad de Medellín EAFIT han diseñado una casa que pueda ayudar a las personas que vivan en estas áreas. Han diseñado una casa flotante sobre una plataforma que se construye al aprovecharse botellas desechadas de plástico, con el fin de proporcionar vivienda barata y de autoconstrucción.

De ahí surgió la spin off Anfibia, una empresa que, con el apoyo de la Universidad mediante su Centro para la Innovación, Consultoría y Empresarismo (Cice), se dedica en el momento a la construcción de un modelo funcional completo de una casa de 36 metros cuadrados.

“Al mirar el problema no se quiso dar solución con una construcción palafítica (vivienda primitiva construida por lo común dentro de un lago, sobre estacas o pies derechos) y se pensó en algo que pudiera durar en el tiempo”, explica Lina Marcela Castaño Bedoya, una de las estudiantes participantes en la spin off.

Y agrega la estudiante: “De esta manera, nuestra plataforma se levanta del suelo a medida que va entrando la inundación, ayudándose de pilones para regular el desplazamiento vertical”.
 
Además, son estos mismos pilones los que ayudan a bajar la plataforma cuando cede la inundación. Y mediante una innovación en el diseño, se garantiza que la casa quede nivelada al piso cuando se asienta.

“Desde noviembre de 2010 logramos poner a flotar un módulo de 9 metros cuadrados. Por otro lado, la estructura que diseñamos es rígida y los pilones ayudan a amortiguar las olas que se puedan presentar”, indica Sergio Andrés Molina Saldarriaga, uno de los estudiantes creadores de la casa flotante.