Tal y como te habíamos anticipado al principio de este Especial, sea cual sea el área de tu negocio a abordar, te vas a encontrar en el mercado con tres posibilidades: Sistemas SaaS (software como servicio), desarrollos a medida y herramientas open source. ¿Cómo afecta la elección de cada una de ellas cuando se trata de crear un comercio online?

Lo ideal para empezar

La opción más sencilla son los sistemas SaaS, con herramientas del tipo Shopify, Xopie, Tiendy o Palbin. “Su ventaja es que puedes disponer de una tienda online operativa en cinco minutos. No necesitas alojamiento para el comercio ya va todo incluido en el paquete de servicios que ofrecen. Además, el coste por mes suele ser barato, empezando en unos pocos euros al mes”, explica José Carlos Cortizo, CTO de BrainSins.

El lado negativo de esta elección es que ofrecen poco margen para modificar y adaptar tu tienda. Podrás cambiar algunos elementos de diseño, pero al introducir alguna funcionalidad nueva, es posible que la plataforma no disponga de ella; tienes que ajustarte a las que ofrezca cada una.

Otra clave fundamental tiene que ver con tus previsiones de crecimiento a largo plazo. “Con estas herramientas tienes muy poco margen para crecer. Si las cosas te van muy bien, tendrás que acabar migrando a un CMS (editor de contenidos) o un desarrollo propio, y ese proceso puede ser muy complejo y con pocas facilidades por parte de estas plataformas”, añade Cortizo.

Para este experto en tecnología e-commerce, los sistemas SaaS son una buena elección “para una primera prueba inicial, en negocios tradicionales de tamaño pequeño/mediano que no tienen recursos pero quieren probar el online, o para negocios en la Red que preveamos que van a ser pequeños o con un ciclo de vida muy corto, una tienda pop-up, por ejemplo”.

Plataformas abiertas

La siguiente alternativa es recurrir a plataformas open source (o de código abierto) como Magento, Prestashop, osCommerce y ZenCart, las más utilizadas en España. Son herramientas gratuitas que permiten desarrollar, a partir de ellas, soluciones a medida. A su favor tienen “la flexibilidad y facilidad de adaptación, ya que si dispones del código fuente puedes hacer las modificaciones pertinentes para adaptarlas a tus necesidades. También la rapidez, ya que no empezamos de cero. Y el ahorro de costes, siempre hay alguien que ha tenido las mismas necesidades que tú y ha creado algo parecido”, puntualiza Ignacio Riesco.

Más información: Revista Emprendedores.

Fuente: Revista Emprendedores.