Antes era un lujo, hoy es una obligación. Cuando el mercado se hace global, cuando el consumidor tiene a su alcance miles de productos, cuando cualquiera copia fácilmente, no construir una marca para su empresa o sus productos es un camino directo al fracaso. Y construir una marca ya no es cosa de unos pocos, porque ya no es cosa de grandes inversiones.

Gracias a Internet y a las redes sociales, ya no es necesaria una gran cantidad de capital para crear una gran marca. Las herramientas están ahí y en muchos casos no tienen un coste inicial. Si las conoce y tiene claro cómo utilizarlas en favor de su negocio, usted podrá crear sus propios contenidos y los pondrá al alcance de sus consumidores sin la necesidad de un intermediario. Podrá contar su historia y los consumidores podrán contarla a sus amigos y familiares una y otra vez, haciendo marketing por usted, haciendo lo que han hecho siempre: boca-oreja, pero más fácilmente y con más frecuencia.

Cómo las marcas hallaron su terreno en las redes sociales

En un primer momento las marcas se encontraron en un terreno desconocido dentro de las redes sociales. A diferencia de otros medios en los que priman la imagen y la apariencia de lo que comunicamos, en Internet la clave es la reputación, y la reputación no la podemos controlar al 100% porque, además de lo que nosotros comunicamos, influye lo que otros comunican sobre nosotros.

Así que, como cualquiera puede participar en las redes sociales con sus comentarios, muchas empresas tuvieron, y tienen aún hoy en día, miedo de recibir ataques. Pero cuando las marcas empezaron a usar las redes para crear contenido de calidad y relevante, cuando dedicaron tiempo a pensar qué necesita el público con el que quieren conectar y, sobre todo, cuando empezaron a responder tanto a lo positivo como a lo negativo, consiguieron crear una buena reputación y una visibilidad, que es el equivalente a construirse una "marca".

Más información: El Exportador.

Fuente: El Exportador.