Los emprendedores no son sólo jóvenes con ganas de comerse el mundo, sino que la experiencia es un grado. Más allá de los estereotipos, en Estados Unidos la mayor parte de los empresarios de éxito en los sectores de más rápido crecimiento montan sus negocios con más de 40 años de edad. La mayoría, según un estudio de la Universidad de Duke, quería dejar su compañía y trabajar por su cuenta.

En España, los mayores de 50 años que se convierten en empresarios son cada vez más. Según el informe Global Entrepreneurship Monitor 2011 (GEM), los mayores de 45 años han puesto en marcha el pasado año más de la cuarta parte de las nuevas empresas (26%), mientras que un año antes habían sido el 19%. En la fase de consolidación de las nuevas firmas, las lideradas por personas en esta franja de edad son más de la mitad, el 56%. La edad media de los emprendedores en España va en aumento y se ha situado ya en más de 38 años.

Son profesionales altamente cualificados que han llegado a puestos directivos y deciden aprovechar para sí mismos su experiencia, conocimiento del negocio, red de contactos y el colchón financiero que han acumulado, poniendo en marcha su propio negocio. Muchos proceden del sector financiero o de las grandes consultoras multinacionales, como José Manuel Casado, socio fundador de 2C Consulting.

Parece que cada vez hay más ejecutivos que, cansados de una gran organización, tienen la valentía de dejar su puesto y un buen salario para ponerse a trabajar por su cuenta. Otros, por motivos similares, se convierten en business angels, como Miguel Gordillo, antiguo socio director del mayor bufete de nuestro país, Garrigues; o alternan los papeles de empresario, inversor e impulsor de otros emprendedores, como son los casos de Manuel Balsera, fundador de Start DMC (Digital Media Capital); y Paco Gimena, socio fundador de Mola.

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