Los pitonisos responden a preguntas sobre lo desconocido, generalmente, el futuro. En la antigua Grecia consultaban con los dioses y transmitían sus respuestas en forma de oráculos. Bastantes siglos después, aparecen en la industria manufacturera ejerciendo las funciones de predicción y planificación de recursos productivos. Cambian de asesores; ya no recurren a Zeus, sino a las matemáticas.

Los pitonisos se extienden por los servicios y empresas de servicios, una vez que éstas asimilan que son una industria más, y que los principios que rigen la gestión de la fabricación también les son válidos. Los primeros que aparecieron por el mundo de la logística eran tachados de teóricos, hasta que demostraron que sus oráculos se cumplían con bastante precisión. El pitoniso del operador logístico proponía ventajas competitivas y disminuía sus riesgos empresariales.

Las primeras noticias que se tienen de los pitonisos en la logística española se remontan a la década de 1980. Sus oráculos tenían fundamentos correctos, pero no eran fiables del todo. A comienzos de los años 90, el almacén central de la difunta Galerías Preciados, con una plantilla cercana a las 500 personas, contrataba mensualmente el personal temporal y confeccionaba su presupuesto operativo anual sobre oráculos de fiabilidad contrastada, que anunciaba el pitoniso residente.

Los grandes operadores logísticos tienen pitonisos en su plantilla, porque están seguros de los beneficios que les aportan. Otros los tienen por simple mimetismo. La posición de pitoniso es de gran importancia y tiene una enorme responsabilidad detrás, que en muchos casos no está valorada ni reconocida. Propone las formas idóneas y los recursos necesarios para prestar servicios de almacenamiento, manipulación y transporte; esos son sus oráculos. De ahí derivan las inversiones y costes operativos, totales y unitarios. Las implantaciones y mejoras se realizan según las predicciones del pitoniso.

El pitoniso está siempre en el punto de mira de toda la empresa. Se le juzga por las desviaciones de sus pronósticos de costes frente a los reales. Si son peores, el mérito reside en los operativos de la casa, depositarios del conocimiento, la experiencia y la gestión; de lo contrario, él es quien se ha equivocado, y, por tanto, el único responsable de los desastres económicos. No le queda más opción que ser excelente en el ejercicio de su función.

La predicción de los recursos necesarios en un almacén es el resultado de sumar las contribuciones de las demandas que tiene que satisfacer. Se entiende por demanda una variable matemática que influye en el recurso que se va a pronosticar. Cada variable está ligada al recurso mediante un coeficiente.

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