Ninguna empresa opta por prescindir del talento en su plantilla. El problema reside en que en muchas ocasiones no se sabe identificar las capacidades que determinan la valía de un profesional y se escapa el talento en los recortes de plantilla.

Una época como la actual en la que priman la contención salarial y la moderación de los gastos y de la inversión, "la prioridad de los departamentos de recursos humanos es la de optimizar el coste de la plantilla", asegura Santiago Espinosa de los Monteros, gerente del área de capital humano de Mercer. Sin embargo, no es bueno que las compañías desatiendan la atracción de talento a sus filas pues "no hacerlo es quedarse en un remanso del río, ya que es lo que marca la diferencia estratégica de las organizaciones", advierte José Medina, socio director de Odgers Berndtson.

Espinosa de los Monteros distingue dos tipos de dirección que pueden tomar los departamentos de recursos humanos: "Los que cierran los ojos y aprietan los dientes mientras reciben una serie interminable de ‘golpes’, confiando en no perder el conocimiento antes de que toda esta situación pase de largo; y los que toman la batuta, se envalentonan y deciden aportar valor contraatacando en esta batalla".

El papel del área de gestión de personas es vital en el mantenimiento del talento dentro de una organización, pues son los que cuentan con la capacidad de seleccionar los perfiles en función de su valía. Y es que el talento no tiene por qué salir caro. En muchas ocasiones, los más valiosos de la plantilla no exigen tanto un premio dinerario, como sentirse motivados. Sin embargo, es habitual que cuando se producen recortes de personal "se tienda a utilizar parámetros como la edad y el sueldo para despedir de forma indiscriminada. También a los becarios que salen baratos, a pesar de que muchos de ellos podrían aportar valor a la empresa", indica Medina.

"Sí es cierto que la crisis está fomentando que algunas empresas prescindan de parte de su personal. Por lo que vuelve a ser clave tener detectado el talento y no cometer 'talenticidio' en los procesos de reestructuración de plantillas", avisa Espinosa de los Monteros. Y es que, por no saber identificar el valor de algunos perfiles, algunas compañías pueden caer en el error de no tenerlo en cuenta en un recorte de personal. "En algunas ocasiones, el talento se usa como coste y no como inversión", critica Medina.

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Fuente: Diario Expansión.