Ponemos la tecnología al servicio de la Justicia. Ante una Administración colapsada, una subida inminente de tasas judiciales y una sociedad avanzada, la mediación y arbitraje se presentan como una solución al problema del que adolece nuestra Justicia. Por eso la dotamos de herramientas para su gestión informatizada”. Así explica Guillermo García la labor que se realiza en eJusTic. Esta empresa tecnológica ha creado un sistema electrónico de gestión y tramitación de expedientes de mediación y arbitraje llamado Mediare. Es decir, la compañía ha introducido la tecnología en un sector tan tradicional como el judicial. “Con un ordenador, la formación adecuada y una ingente cantidad de tiempo la informática permite hacer siempre algo nuevo”, comenta García.

 

Éste es sólo un ejemplo de las grandes posibilidades que ofrece el campo tecnológico para emprender. No sólo se reduce a la creación de videojuegos, porque, como explica Carlos Moure, director de desarrollo de negocio de BBVA GlobalNet y profesor de la Escuela de Organización Industrial (EOI), “el sector de la tecnología está en permanente evolución y el cambio se está acelerando; por tanto, habrá muchas oportunidades en el futuro”.

 

Jorge Calderón, CEO del Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital (U-tad), considera que “para crear una empresa en este ámbito, el emprendedor debe buscar los focos del negocio en el mundo de los servicios y los contenidos digitales, como el entorno gráfico, la creación y diseño de aplicaciones móviles, los social games, los efectos visuales para cine, televisión y publicidad, la interacción web, la movilidad, la investigación científica y la salud”. Su potencial es muy alto; de hecho, el desarrollo de herramientas para smartphones y tabletas ha creado más de 400.000 puestos de trabajo en cuatro años en Estados Unidos. Calderón vaticina que este campo, aunque con retraso, también generará empleo en la misma medida en Europa.

 

La aplicación de la tecnología a la resolución de problemas es otra posibilidad de negocio. Por ejemplo, todo aquello que permita ahorrar al cliente, como los cupones o compras agrupadas; el escaneo de códigos de barras de los productos para obtener descuentos o la geocalización para conocer qué comercio es más barato son tendencias actuales del área tecnológica. De acuerdo con Luisa Alemany, directora del Instituto de Iniciativa Emprendedora de Esade, “la tecnología permite obtener más información de los usuarios. Así, se les puede servir mejor”.

 

Los consumidores demandan cada vez más servicios diferenciales e innovadores, y esto representa una gran ventaja para las pymes. Jordi Vinaixa, director académico del mismo instituto de Esade, señala que existe una gran oportunidad de negocio ligada a la necesidad de las grandes empresas de optimizar sus procesos de innovación. “Tienen bien definidos los ámbitos de mejora, pero no poseen recursos para ello; por eso, confían y externalizan la I+D a través de pequeñas firmas que les aporten los avances tecnológicos que ellos mismos no pueden desarrollar”. Y es que una de las grandes bazas de las pymes que operan en este ámbito es precisamente su tamaño: “Al ser pequeñas, son ágiles y pueden poner en práctica nuevos proyectos; si no funcionan, los corrigen y siguen adelante. En una empresa grande es prácticamente imposible: la prueba y error no es tan fácil de poner en práctica. La capacidad de reacción de los pequeños negocios tecnológicos abre un importante horizonte para crecer”.

 

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Fuente: Diario Expansión.