La India es el segundo país más poblado del mundo, cuenta con más de 1.200 millones de habitantes y las estimaciones hablan de que superará en población a China a mediados de siglo. De ellos, aproximadamente 250 millones tienen un poder de compra medio y 50 millones cuentan con una capacidad de consumo similar a la de los europeos. Sus grandes ciudades han crecido mucho en el último medio siglo y hoy existen 53 núcleos urbanos con más de un millón de habitantes, entre los que destacan por su magnitud Bombay con 18, Nueva Delhi, con 16 millones, y Bangalore que supera los ocho. En definitiva, se trata de un mercado que ya solo por su volumen tiene capacidad para absorber multitud de productos.

 

Además, de cara al inversor extranjero, la India cuenta con mano de obra barata, abundante, bien preparada, que utiliza mayoritariamente el inglés como lengua de negocios; tampoco hay que perder de vista el amplio desarrollo que las tecnologías de la información han alcanzando en algunos sectores de la población. Sus tres millones de ingenieros y científicos hacen de él el segundo país del mundo de lengua inglesa, tras los Estados Unidos, por mano de obra cualificada.

 

La burocracia y el exceso de regulaciones son algunos puntos débiles del mercado indio. El regateo, muy vinculado al precio, es otro factor clave. Asimismo, es básico contar con ayuda local para abrir puertas y facilitar trámites, especialmente con las Administraciones Públicas.

 

Desde un punto de vista económico, es el sector servicios el que más contribuye al PIB, con un 59%, aunque solo ocupe al 34% de la población activa. Por su parte, el 27% del PIB lo aporta el sector industrial y el 14% el sector agrícola. El crecimiento medio del PIB durante la última década ha sido de una nada despreciable cifra del 7% de media, aunque se percibe una ralentización que tiene que ver principalmente con la situación interna, vinculada a la resolución de las próximas elecciones generales del año 2014. Según The Economist Intelligence Unit (EIU), las estimaciones de crecimiento para este año 2012 son del 5,8%, y para el siguiente remontan hasta el 6,5%. Para los cuatro ejercicios posteriores, las previsiones del EIU superan el 7%.

 

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Fuente: El Exportador.