Si como agente secreto Bond es temido por sus adversarios, como marca no lo es menos. Si quiere aprender algo del agente 007 como marca tome nota de las lecciones que enumera a continuación Fast Company:

 

1. La historia

Toda gran marca tiene una gran historia detrás. Y su historia es precisamente el “chaleco antibalas” de James Bond. Puede que las últimas películas del agente 007 no estén narradas con el mismo estilo de Ian Fleming, el creador del personaje, pero su esencia permanece inalterable. Desde el primer momento en que aparece en pantalla el espectador ya sabe lo que puede esperar de Bond y éste no sólo ésta a la altura de las expectativas, sino que añade también algunos elementos sorpresa.

2. El estilo

Las marcas de éxito saben que venden mejor si son atractivas. Las decisiones de compra del consumidor están guiadas tanto por la estética como por la utilidad del producto. James Bond lo sabe y, por ello, presume continuamente de estilo frente al espectador con sus impecables trajes, sus martinis y sus estancias en hoteles de lujo. Sin estilo, sin un buen diseño detrás, es difícil que las marcas logren estar a la altura del agente 007.

3. El equipo

Bond está respaldado por algo más que el MI6. Cada vez que el agente 007 desembarca en el cine, lo hace escoltado por todo un ejército de marcas: Aston Martin, Sony, Playboy, British Airways, Smirnoff, Omega, Heineken, etc. Estas marcas saben que arrimarse a una marca tan poderosa como James Bond tiene premio y por ello no dudan en invertir en “product placement” para ser vinculadas al famoso agente secreto.

4. El sexo

El sexo es un pilar corporativo típico, pero en una marca como James Bond es un componente clave. El agente 007 es una marca construida por y para los hombres, a los que atrae de la mano de las ya legendarias “chicas Bond”. Puede que el sexo no esa condición sine qua non para vender smartphones, refrescos o aspiradoras, pero sí lo es que las marcas sepan lo que quieren realmente sus clientes.

5. La tecnología

Detrás de James Bond, está siempre “Q”, un gurú tecnológico que facilita al agente secreto “gadgets” de última generación para ponerles las cosas más difíciles a sus adversarios. El agente 007 ha sido siempre muy “techie” y en ello se basa gran parte de su éxito. Las marcas que no quieren abrazar las nuevas tecnologías están en realidad abocadas a la extinción.

6. Los medios

Cada nueva película de James Bond es más que un evento cinematográfico. Es un acontecimiento “cross-media” de primera magnitud. Cantantes reconocidos como Shirley Bassey, Paul McCartney, Tina Turner, Alicia Keys o Adele han prestado su voz a la banda sonora de la saga cinematográfica del agente 007. Al margen de la industria discográfica, Bond da alegrías también a la prensa, con número especial de Playboy incluido, al sector de videojuego e incluso al mundo del arte (el museo MoMA de Nueva York ha inaugurado recientemente una exposición con motivo del 50º aniversario del agente 007).

7. El logo

El logo del agente 007 es un clásico. Diseñado por Joseph Caroff en 1962, este logotipo ha resistido como pocos el paso del tiempo. Y es que si el logo de una marca está realmente bien diseñado, los años no pasan por él.

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Fuente: Marketing Directo.