Conoces el mercado al que te quieres dirigir?¿Dispones de una nutrida cartera de clientes interesados en tus productos y servicios? ¿Te consideras un buen comercial? Si tu respuesta a estas tres preguntas es afirmativa, cumples los requisitos básicos para aprovechar tu potencial y ser tu propio jefe. Javier Fuentes Merino, Ignasi Cortadellas y Javier Echaleku son algunos de estos profesionales del márketing que han sacado partido a sus habilidades comerciales y ahora son empresarios. “Hay que dejar a un lado el desorden que supone el ejercicio de la profesión y centrarse en el negocio. Aprender a gestionar personas y, sobre todo, ser un experto en manejar números”, explica Fuentes Merino, que en 2000 creó Grupo Venta Proactiva. “Si eres empresario asumes que debes trabajar el doble para ganar la mitad”, añade.

 

Emprender siempre supone un reto. Pero un experto en márketing cuenta con una ventaja: “Sabe definir el modelo de obtención de ingresos, cómo afrontar mejor un determinado mercado y plantear las iniciativas para conectar con los clientes y aportarles valors. En resumen, puede hacer que una empresa de reciente creación sea sostenible antes de lo previsto”, sostiene Jaime Castelló, profesor del departamento de dirección de márketing de Esade.

 

No obstante, Fuentes Merino advierte que es fundamental tener habilidad con los números: “Hay que cuantificar al milímetro el trabajo, ser consciente del back office que supone la actividad comercial. Porque es muy fácil crear un negocio de este tipo, lo complicado es hacerlo sostenible en el tiempo. Vender es sólo una parte del trabajo, como emprendedor debes ser capaz de gestionar”. Pero esto no parece tan complicado para Javier Echaleku. Padre de Kuombo Café, afirma que “cualquier persona con experiencia en ventas, ya sea desde el punto de vista comercial como desde el márketing, siempre va a centrar sus objetivos en términos de rentabilidad y sostenibilidad”.

 

Ignasi Cortadellas acumulaba más de diez años de experiencia comercial cuando en 2010 decidió hacerse empresario. Afirma que contar con una cartera de clientes fue definitivo para empezar. Sin embargo, no es una garantía de éxito. En su opinión hay que tener claro que la idea de negocio inicial puede sufrir cambios en función de la marcha del negocio: “Pierdes tu área de confort, eres tu propio jefe y debes asumir el riesgo de un sueldo que no está asegurado. Debes trabajar bien la infomación y vivirla en primera línea para tomar tus propias decisiones”.

 

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Fuente: Diario Expansión.