Septiembre de 2010. El mundo se paraliza. Zara abre su tienda online. Con esta decisión, el gigante textil “bendice”, en cierto modo, una tendencia generalizada en el mercado. Una corriente integrada por aquellas compañías que, tras abrir puntos de venta en la calle, dan el salto al mundo virtual.

En este reportaje vamos a hablar de lo contrario. De empresas que han nacido online y que, con el tiempo, replican el concepto en una tienda física. Nos encontramos ante emprendedores que optan por una estrategia aún inexplorada, de ahí que resulte especialmente interesante analizar sus motivaciones, la forma de acometer el proyecto y los beneficios que obtienen. Desplegamos ante vosotros un escenario novedoso donde las oportunidades se suceden, así que muy atentos.

Ante todo, estrategia

Pero antes de acceder al mundo real desde el virtual, hay que hacer un exhaustivo análisis previo y extraer conclusiones, con el fin de trazar una estrategia clara, detalla Javier Cuervo, director de Emprendedores de la Escuela de Organización Industrial (EOI). “Uno puede advertir, por ejemplo, que la gente quiere tocar el producto adquirido a través de la Red, de ahí que decidamos montar un showroom. O que el 50% de las ventas se efectúan en 20 kilómetros a la redonda, por lo que quizás tuviese sentido montar una tienda donde el usuario recogiese sus pedidos”, afirma Cuervo.

El objetivo último es saber para qué queremos ese espacio en la calle y cómo lo podemos integrar en el proyecto, de tal modo que genere sinergias con el resto de nuestros canales de venta. Saltarse este paso constituye el error capital en un proceso de esta naturaleza, indica el consultor Juan Merodio: “El fallo radica en no definir claramente las ventajas que te dará la presencia offline, ya que no siempre es necesaria y se debe valorar cuál es la mejor vía de crecimiento”.

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Fuente: Revista Emprendedores.