"Hacer negocios en China implica honor y confianza; contar con las relaciones adecuadas e intentar ser honesto en todos los aspectos". Así resume Adrián Díaz, socio fundador de Sede en China, las claves para entrar en el mercado de la segunda mayor economía del mundo que pronto será la primera.

China se ha convertido en El Dorado para muchos emprendedores. Las cifras no engañan. El gigante asiático está poblado por más de 1.300 millones de personas y su clase media crece exponencialmente. Además, en plena crisis, China cerró 2011 con un PIB del 9,2%. No sólo eso. "Cualquier producto o servicio que esté triunfando en un país occidental es de interés para el público chino. Estamos ante el mayor mercado del mundo. Podemos encontrar todo tipo de nichos y cada vez cuentan con mayor poder adquisitivo", explica el creador de Sede en China, una consultora que ayuda a las pymes a implantarse en ese país y a exportar los productos y servicios españoles allí.

Entrar en este mercado obliga a contar con un socio local. Aunque como recuerda Paris l’Etraz, director del Venture Lab de IE Business School, ya no existe esta imposición, sí es recomendable. José Manuel Monfort y Francisco Guzmán lo comprobaron in situ cuando quisieron hacer realidad World Service, una asesoría para empresas españolas que quieren introducir sus productos en el país, y para empresarios chinos que quieren invertir o establecer relaciones comerciales con España. "Necesitas un socio local que, además, será quien se quede con la mayoría de participación de la empresa". Y ésa no es la única traba. Monfort cuenta que los extranjeros no pueden ser titulares de propiedades. "Y si deseas realizar una actividad profesional tienes que optar por ser socio o empleado de un ciudadano local". Otro obstáculo son los impuestos, ya que los foráneos tienen que pagar tributos más elevados "porque son considerados una amenaza y las cargas fiscales son una manera de frenar el enriquecimiento rápido de un extranjero en este país". Además, la importación de productos españoles supone tasas arancelarias más altas que otros países.

No obstante, "la mayoría de sectores están creciendo en China", indica Jordi Camps, creador de China a la Carta, empresa que vende paquetes turísticos a agencias extranjeras por todo el territorio del gigante asiático y Corea del Norte. Según Camps, "algunos sectores están protegidos y no se puede entrar, por lo que es imprescindible hacer un estudio de mercado e, incluso vivir en China por una temporada para relacionarse con la gente del área en el que se quiere emprender".

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Fuente: Diario Expansión.