La métrica del sueldo de los directivos sube o baja en función de sus resultados. Aquellos que piensen que pueden acomodarse en su sillón confiando en la bonanza de un fijo pueden tener los días contados. Quienes perciben muy de cerca esta tendencia son los cazatalentos, que participan en la negociación salarial de los profesionales que proponen como candidatos a un puesto de responsabilidad.

Pedro Goenaga, socio director de Russell Reynolds, señala que “existe una tendencia consistente a la baja en todos los sectores de los salarios o compensación fija, cuya bajada oscila entre el 15% y el 20%, manteniéndose los porcentajes de los incentivos, pero sobre bases más bajas”. Este headhunter establece la convivencia de tres tipos de remuneración directiva dependiendo de su incorporación a la empresa: la anterior a Lehman Brothers –de bonanza salarial–; entre 2009 y 2011, “un periodo bastante errático en la que hay de todo”; y, por último, la actual, “en la que se aprecia menos alegría retributiva con una disminución que puede llegar al 15%”. Goenaga asegura que ahora, “los bonus se ligan desde el principio a resultados tangibles a alcanzar, individuales y de equipo, junto con los corporativos”.

Y el directivo que desee cambiar de empresa, que no confíe en un bonus de bienvenida –cuya cuantía es equivalente al incentivo que habría cobrado si permaneciera en la anterior compañía–, porque este concepto tiende a desaparecer. No sucede lo mismo con los blindajes: aunque son menores, no han desaparecido en el caso de altos ejecutivos.

Más información: Diario Expansión.

Fuente: Diario Expansión.