La empresa especializada en alquiler de casas rurales para periodos de vacaciones, Top Rural, fue adquirida hace unos meses por la multinacional americana HomeAway por 14 millones de euros. Una cifra nada desdeñable para François Derbaix y Marta Esteve, los fundadores de la pequeña compañía española que nació en el comedor de la casa de Derbaix y contó con una inversión inicial de 100.000 euros. La dimensión que está ganando el turismo rural y la escasa presencia de la americana en España fueron motivos suficientes para comprar la firma.

Éste no es el único ejemplo. Muchas start up se han convertido en canteras de talento, capital humano y productos innovadores para las grandes empresas. Para Manuel Bermejo, director de programas de alta dirección del IE Business School, lo que hace atractiva a una pyme en el mercado internacional es su alto potencial y valor diferencial: "Una multinacional compra mercado y capacidad de ejecución. Por tanto, tener un producto y un proyecto que está funcionando es esencial, pero también es fundamental un buen equipo que aporte talento e innovación".

Cuando las grandes corporaciones otean el horizonte empresarial su radar se centra en mejorar su nicho geográfico. Ya son globales, pero siempre hay una nueva zona de alcance, y entrar de la mano de un negocio que ya opera en ese mercado con éxito es una ventaja que no pueden dejar pasar. Eso fue justo lo que hizo HomeAway, que sumaba 640.000 propiedades en 168 países pero le faltaba en España la parte de turismo rural que, en ese momento, estaba dominada por la empresa de Derbaix.

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