Sin embargo, son muchas las ocasiones en las que, por el camino, los emprendedores novatos cometen ciertos errores que es mejor evitar. Los más comunes son los siguientes:

1) Mala planificación. Todo empresario debe realizar, antes de lanzar su empresa, un buen plan de negocios que se convertirá en la carta de presentación de la empresa ante socios, inversores e incluso bancos. Y cuando decimos un buen plan nos referimos a cuidar todos los aspectos: desde una cuidada redacción y revisión ortográfica hasta proporcionar información coherente sobre la actividad de la empresa, el público objetivo, el mercado potencial y, por supuesto, las cifras que maneja el negocio.

2) Solicitar ayudas fuera de tiempo. Existen subvenciones destinadas a los nuevos emprendedores pero es necesario estar bien enterado de los plazos de solicitud, pues algunas deben solicitarse unos meses antes de iniciar la actividad, mientras que otras se piden a posteriori. Informarse de estos plazos es fundamental para poder disfrutar de estas ayudas.

3) Darse de alta. Es frecuente confundir el pago del IAE (Impuesto de Actividades Económicas) con el darse de alta en él. Aunque queden exentos de pagar este impuesto las empresas cuya facturación no supere el millón de euros, todo emprendedor debe darse de alta en el mismo para que Hacienda esté al corriente de su actividad empresarial.

4) Plazos de entrega. La documentación a entregar para iniciar una actividad empresarial tiene unos plazos de entrega que deben cumplirse. Aunque suene obvio, suelen darse casos de retraso en la entrega de estos documentos.

5) Licencias. A menudo no estamos al tanto de todas las licencias necesarias que debe cumplir un local. Es necesario enterarse para que no nos pille por sorpresa y tengamos que hacer reformas de última hora que retrasen la a pertura del negocio.

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Fuente: Eureka Startups.