Esta república también es conocida con el sobrenombre de “granero de Europa” porque más de la mitad del país se extiende por las mejores tierras de producción agrícola del continente. Los cultivos de maíz, trigo, cebada y girasol son sus tradicionales recursos agrícolas, pero también cuenta con otras riquezas naturales como yacimientos mineros de hierro, níquel y uranio, o producción de carbón y gas natural. En el sector secundario hay que sumar una base industrial bien desarrollada en acero, maquinaria, productos químicos y fertilizantes, pero que, en contrapartida, está muy anticuada y es poco eficiente.

Su posición central entre Europa y Asia otorga a Ucrania un alto potencial para el transporte de paso entre los dos continentes, y es un puente entre los mercados gigantes de la CEI y Rusia, por un lado, y los de la Unión Europea, por el otro. De hecho, es el principal país de tránsito energético de Europa, puesto que el 80% del gas ruso pasa por él de camino a los mercados europeos. No obstante, las infraestructuras de transporte, que nunca fueron excelentes, se han deteriorado mucho desde el final de la época soviética, sobre todo en el caso de las carreteras; la situación del ferrocarril es mejor, no por su estado de conservación, sino más bien por la elevada densidad de su red.

Con un total de 45 millones de habitantes, la población activa asciende a 22 millones que viven mayoritariamente en las ciudades (cerca del 70%). El desempleo en 2011 era del 7%, aunque puede que no todos los parados estén registrados y sean bastantes más que los recogidos por el censo oficial. Por lo que respecta a los salarios, son de los más bajos de Europa -para empleados poco cualificados no llegan a 300 euros, aunque el salario medio en la capital, Kiev, sea de algo más de 400 euros-.

Desde un punto de vista económico, el país todavía se está recuperando de la fuerte crisis sufrida en el año 2009, cuando se registró una caída del PIB del 14,8%, un parámetro que volvió a la senda del crecimiento con un 4,2% en 2010 y un 5,2% al año siguiente. La estimación para 2012 que hace The Economist Intelligence Unit (EIU) sitúa la tasa de crecimiento del PIB en el 2,5%.

Un mercado como el ucraniano, en fase de desarrollo, ofrece importantes oportunidades en diferentes ámbitos económicos como es la infraestructura básica, carreteras, ferrocarriles, energía, tecnología y servicios. La industria necesita una profunda renovación de equipamientos, así como la agricultura y el sector agroalimentario, que todavía pueden desarrollar más potencial.

En lo que respecta a la normativa, Ucrania está negociando un nuevo acuerdo de libre comercio con la UE que incluya una aproximación legislativa a las normas europeas y la mejora de acceso al mercado de bienes, servicios e inversión.

Las relaciones bilaterales entre España y Ucrania son escasas, pero sí hay un Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones firmado entre los dos países en el año 2000 y un Convenio para Evitar la Doble Imposición, en vigor desde 1986.

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Fuente: El Exportador.