Si como reza un proverbio suizo, la edad no juega ningún papel salvo en los quesos, ¿por qué determinar los años que debe tener un emprendedor para lograr el éxito en su proyecto? Con 20, 40 o 50 años, cualquiera que tenga una buena idea que sepa implementar, una adecuada red de contactos y se rodee del equipo oportuno puede hacer realidad una empresa con futuro. “Veo el mismo brillo en la mirada de cualquier emprendedor cuando explica su proyecto, sea cual sea su edad”, asegura Albert Martí, cofundador y CEO de Bananity, una comunidad virtual para encontrar gente a la que le guste o deteste las mismas cosas.
Sénior versus júnior

Martí es un claro ejemplo de que la edad no marca el momento para convertirse en emprendedor. Con 41 años decidió crear su propia empresa. “Confluyeron dos factores: la llamada crisis u oportunidad de los 40, en la que me pregunté qué quería hacer con mi vida; y el empujón que recibí por parte de la empresa para la que trabajaba cuando decidió vender mi división”, explica.

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Fuente: Diario Expansión.