Desde luego ayudaría a quitarte parte del trabajo comercial directo y a ganar algunos clientes “extra” que de otra manera quizás no llegarían a ti. Para conseguirlo, lo principal es paquetizar tus servicios hasta el punto de que se puedan identificar casi como productos.

Pero, no todo es paquetizable o al menos no merece la pena el esfuerzo porque va a ser muy difícil de vender. 

Mínimo paquete posible

Analiza bien todos tus servicios y divídelos lo máximo que puedas hasta agruparlos en los mínimos grupos de tareas que generen un resultado tangible. El objetivo final es crear el mínimo paquete posible, casi como una caja que el cliente puede saber perfectamente que traerá dentro si la compra.

Por ejemplo, una asesoría puede ofrecer por un lado la declaración del IVA y por otro las cuentas anuales. O un SEO el link building, separado de la optimización del la web y también del contenido.

Cuéntalo de forma sencilla

El punto anterior te va a permitir crear productos (empecemos a llamarlos ya así) sencillos y prácticamente que se explican solos. Así que este nos es el momento de abusar de la literatura. Crea textos sencillos, lo más cortos posibles y usa listas ordenadas para cualquier característica o condición.

Deja claras todas las condiciones

Al paquetizar tus servicios corres el peligro de que algún cliente trate de pedir más de lo que está incluido. Es importante que en algún sitio de la descripción lo establezcas claramente, incluso si es necesario especifica lo que no incluye. Te ahorrará problemas y explicaciones futuras.

Ten cuidado porque este es un punto delicado. La lista de lo que no incluye debe ser muy corta, así será si has seguido nuestro primer consejo, y si no lo repásalo porque seguro que puedes simplificar un poco más el servicio. Por ejemplo, en el caso de un logo puedes limitar el número de propuestas y revisiones o si es un servicio recurrente, cuánto tiempo cubre el paquete

Utiliza un título descriptivo

De nuevo, se trata de mantener toda la información que ve el usuario lo más sencilla posible. El título debe decir en una sola frase qué contiene la caja con tu servicio, descriptivo y sin florituras. Si en tu diseño puedes tener título y subtítulo, uno de ellos si puedes utilizarlo para hablar del beneficio o del problema que resuelve tu producto.

Ofrece ventajas adicionales

Ten en cuenta que se trata de un canal de venta que no te exige una atención continua ni un trabajo directo con el cliente. Además toda la comunicación con él será online, lo que suma un ahorro de tiempo que normalmente repercutirías sobre el precio de tu servicio. Utiliza ese ahorro para bajar el precio si tus clientes hacen la compra por Internet. Es decir, segméntalos por precio.

Es posible que tengas algún problema con clientes que adquieras por otros canales y vean esas ventajas en tu web. Así que especifica claramente que es sólo para las ventas que se produzcan a través de la página.

Combina los paquetes

Aunque he insistido que lo reduzcas todo a lo más sencillo, también es interesante que crees paquetes sobre servicios que de forma frecuente se vendan juntos. Y si ofreces alguna ventaja por comprarlos así también ayudarás a su venta.

Devuelve el dinero si no quedan satisfechos

Uno de los motivos que más dificultan las ventas por Internet es la falta de confianza. Para que el cliente haga la compra tiene que confiar en ti y en que le vas a dar lo que quiere.

Si te comprometes a devolver el dinero estarás demostrando que eres un buen profesional y harás todo lo posible para que quede satisfecho (siempre dentro de las condiciones que ya has puesto). Por otro lado, ten en cuenta que una opinión muy negativa en algún sitio visible online puede hacer que no vendas nada.

Más información: TodoStartups.

Fuente: TodoStartups.