1. No confíes sólo en la memoria

No hagas negocios con amigos y familiares- de hecho, con nadie- sin tener un acuerdo legal vinculante. Las interpretaciones pueden ser diferentes, la memoria falla y si sólo te fías de un apretón de manos, la relación con esa persona y tu negocio pueden sufrir. Es más fácil ser precavido y hacer un contrato, que no será nada más que un documento aclaratorio para proteger a todas las partes implicadas y evitar cualquier mal innecesario. Kelly Azevedo. Fundadora, She’s Got Systems.

2. No asumas que ya lo saben todo

No asumas que ya saben todo lo que tu sabes, o incluso que saben como funciona la inversión empresarial. Explica todos los términos, riesgos, condiciones, alternativas y salidas estratégicas de una forma básica y comprensible, y así en caso de éxito o fracaso, la relación no ser irá a pique. Que quede todo por escrito y participe un tercero en calidad de testimonio del acuerdo.Devesh Dwivedi. CEO, Breaking The 9 To 5 Jail.

3. No pienses que será fácil

Mientras que amigos y familiares son mucho más propensos a apoyar todos los esfuerzos que hagas con tu startup, no muestres indiferencia si decides recaudar algo de ellos. Trátalos con la misma consideración, seriedad y preparación que dedicarías a un inversor profesional. Dedica todo el tiempo que necesitéis a hacer deliberaciones, igual que harías con inversores tradicionales o de capital de riesgo. Doreen Bloch. CEO / Fundador, Poshly Inc.

4. No hagas grandes demandas

A diferencia de unos inversores, tus amigos y familiares continuarán en tus vidas, falles o prosperes con tu negocio. Evita hacer demandas exageradas. Tienes que ser un poco conservador y dejar que tu trabajo habla por él sólo. Lisa Nicole Bell. Fundadora/CEO, Inspired Life Media Group.

5. No exageres

Simplifícalo todo en una página, y explicalo en un lenguaje sencillo. Diles que podrían llegar a perder toda la inversión. Que es un movimiento arriesgado. Aunque creas que te saldrán bien las cosas, tienen que saber que la mayoría de startups, fracasan. Es mejor ser honesto, podrás ir a los almuerzos de navidad sin tener que bajar la cabeza. Nathan Lustig. Cofundador, Entrustet

6. No cojas dinero que no puedan permitirse dejarte

Tus amigos y familiares se preocupan por ti y como tal, estarán dispuestos a asumir riesgos con su dinero. Pero no permitas que te dejen demasiado- incluso si sólo necesitas un poquito más de dinero para terminar de desarrollar algo, no es excusa para permitir que alguien toque un fondo para la universidad o una cuenta de jubilación. Da igual si estás seguro que podrás devolverlo en poco tiempo, sencillamente, no lo hagas! Thursday Bram. Consultra, Hyper Modern Consulting.

7. No te andes por las ramas

Se muy claro explicando porqué necesitas el dinero, en qué lo utilizarás y cómo vas a devolverlo. Si no eres realista con ellos desde un principio, prepárate para una buena pesadilla. Hay que tener un buen plan y una buena estrategia para poderlo explicar todo. John Hall. CEO, Digital Talent Agents.

8. No des por hecho que lo entienden todo de forma automática

Normalmente, ni familiares ni amigos son inversores así que los tratos tienen que ser muy fáciles de entender y explicar, sino pueden pensar que les estás timando. Utiliza las mismas valoraciones y normas para todos, de nuevo tenéis que recordar que no son profesionales. Podrías impulsar un acuerdo distinto con dos ángeles inversores, pero no con amigos y familia- no lo entenderían. Christian Springub. CEO y confundador, Jimdo.

9. No aceptes inversiones esenciales para su jubiliación

Está claro que tu startup es “algo seguro”, pero circunstancias fuera de tu control pueden entrar en juego sin previo aviso. Comunica claramente los riesgos asociados con tu empresa y acepta sólo capital que no se estrictamente necesario para tus inversores privados. Evan Kirkpatrick. CEO, Wendell Charles Financial.

10. No te dejes controlar por inversores pasivos

Aunque quieras cuidar de tu familia, seguro que no quieres que sus opiniones perjudiquen tu negocio. Si recaudar dinero de la familia es la única solución (aunque no lo recomiendo), entonces asegúrate que no tengan voto a la hora de gestionar tu negocio. Si quieren controlar, no los aceptes como inversores. Lucas Sommer. Fundador y CEO, Audimated.

11. No esperes más

No te dediques a esperar que llegue el momento perfecto para pedirle a alguien capital para tu startup. Seguro que te va a sorprender la cantidad de apoyo que tendrás de amigos y familiares, una vez lo pidas. Aunque te digan que no, ya has empezado el proceso, lo que les hará pensar en como ayudarte, y a veces hay que plantar la semilla para que crezca. Deja que vean tu compromiso, y a lo mejor acaban cambiando de opinión. Louis Lautman. Fundador, Supreme Outsourcing.

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Fuente: Eureka-Startups.