Biotecnología en EEUU
EEUU es líder mundial en el sector de biotecnología. La dimensión del mercado y sus tendencias demográficas, los ingresos y beneficios de su industria -58.600 millones de dólares y 4.700 millones de dólares, respectivamente, en 2011- y las estimaciones de crecimiento a medio plazo (un 8% anual) lo convierten en un destino de importancia estratégica.
Qué se demanda
Medicamentos contra el cáncer y contra enfermedades infecciosas, cardiovasculares y diabetes; cultivos transgénicos y aplicaciones industriales (fundamentalmente en el campo de la energía -biocombustibles-).
Quién demanda
Las compañías farmacéuticas, que representan un 30% del mercado; el Gobierno federal y las Administraciones estatales y locales, que suponen otro 30%; agricultores y productores de alimentos, que representan un 20%, y sectores industriales -principalmente el energético y químico-, que suponen un 15% del mercado.
La competencia
Extranjera. Tanto las importaciones, que durante los últimos cinco años han cubierto de media un 6,4% de la demanda, como el número de empresas extranjeras presentes en el mercado son muy reducidos y de origen, principalmente, europeo (el Reino Unido, Alemania y Francia, fundamentalmente) y japonés. Recientemente, sin embargo, las economías emergentes están adquiriendo una presencia creciente y países como China, la India, Singapur o Corea del Sur están colaborando cada vez más con las empresas estadounidenses.
Local. EEUU ha desarrollado una estructura empresarial de aproximadamente 1.900 empresas, que dan empleo directo a 1,2 millones de trabajadores y que abastecen la mayor parte de la demanda doméstica. Un número muy reducido son grandes empresas, tres de ellas responsables del 33% de los ingresos del sector: Amgen, Genentech y Monsanto; el resto son pymes altamente especializadas, que tienen una plantilla de entre 11 y 50 trabajadores.
La distribución
En EEUU, las empresas de biotecnología que tienen productos comercializables normalmente los venden a través de distribuidores mayoristas que, a su vez, los venden posteriormente a fabricantes o consumidores, médicos, hospitales, centros sanitarios, entidades gubernamentales y productores agrícolas. Las empresas que realizan una venta y distribución directa suelen ser aquellas cuyos productos se dirigen a mercados muy específicos y muy delimitados, como los de análisis y ensayos clínicos.
La gran mayoría de las empresas de biotecnología se encuentra, sin embargo, en las fases de investigación y desarrollo de productos y, durante los últimos años, debido a las dificultades para encontrar financiación, un número cada vez mayor ha tenido que optar por asociarse con compañías farmacéuticas o empresas de biotecnología más grandes. Estas alianzas se están produciendo en etapas más tempranas en el desarrollo de los productos y, por tanto, las empresas de biotecnología están tendiendo a dejar de abordar los aspectos de comercialización para centrarse sobre todo en los de investigación y desarrollo.
Para empresas extranjeras con un buen conocimiento del mercado y dispuestas a realizar una considerable inversión inicial, el establecimiento de una filial es una buena opción. En este caso, la decisión fundamental será dónde establecerse y, a este respecto, los clusters científico-empresariales, el acceso a mano de obra cualificada y los incentivos fiscales y financieros que ofrecen los distintos estados serán criterios básicos que deberán valorarse.
Las barreras
Principalmente, el acceso a la financiación, la necesidad de contar con derechos de propiedad intelectual y el cumplimiento con los requisitos reguladores de la Food and Drug Administration (FDA).
La clave
En un contexto en el que el acceso a la financiación para la mayoría de las empresas de biotecnología se ha reducido significativamente, encontrar un socio adecuado adquiere una gran importancia.
Más información: El Exportador.
Fuente: El Exportador.