La ansiada actualización del Convenio de Doble Imposición (CDI) de 1990 entre España y EEUU, que el empresariado llevaba años reclamando, se rubricaba el pasado 14 de enero, cuando representantes de ambos Gobiernos se reunieron en Madrid para la firma del protocolo que lo modifica. Ahora solo resta la ratificación por parte de los Parlamentos español y estadounidense, que previsiblemente tendrá lugar a lo largo de este año, para que el nuevo CDI entre en vigor en una fecha aún incierta, pero que bien podría ser 2014.

Según Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España (AmChamSpain), institución que ha trabajado activamente durante los últimos años para la actualización del convenio, el nuevo protocolo “confiere al tratamiento fiscal entre ambos Estados una nueva dimensión, un marco más ágil y adecuado a las relaciones económicas bilaterales de hoy día”. A su vez, sostiene que la modificación del CDI ayudará a consolidar la inversión española en un mercado clave y, sobre todo, permitirá que a las grandes compañías españolas se les sumen muchas pymes en su proyección en el mercado estadounidense.

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