En la publicación de hoy, escribo sobre lo contrario de este pensar “a lo grande”, lo que podríamos llamar pensar “en pequeño”. Explico que el hecho de pensar en pequeño es una de las cosas más poderosas que puedes hacer como emprendedor.

Las startups más importantes, empezaron “pensando en pequeño”

Piensa en todos los servicios más importantes que utilizas en Internet, me imagino que casi todos empezaron como productos de nicho:

Facebook

  • Antes:  una red social para estudiantes universitarios a la que se accedía sólo con invitación, cuando aún existían MySpace, Friendster, Multiply, Orkut, etc.

  • Ahora: gestión de la identidad en la web.

Twitter

  • Antes: grupos de SMS.

  • Ahora: Red social de información primaria.

Zynga

  • Antes: aplicación de poker en un momento en el que todo el mundo sabía que apps como RockYou/Slide eran el futuro.

  • Ahora: gran compañía de juegos y altamente rentable.

Google

  • Antes: un motor de búsqueda que competía con otros 10 parecidos y cuando existían empresas como Yahoo!, que externalizaban de forma activa la búsqueda, por no tener un modelo de monetización adecuado (los anuncios de marcas fueron la clave). Sin embargo, en Google siempre quisieron “organizar toda la información existente en el mundo y hacerla accesible de forma sencilla y universal”. Así que pensaron a lo grande des del primer día.

  • Ahora: es el marco de búsqueda principal de Internet con varios índices (búsqueda local / mapas, libros, vídeo (YouTube), correo electrónico, teléfono Android O / S, etc)

  • Google en particular, se está dedicando a expandir la “visión a lo grande” que siempre han tenido. Sin embargo, fueron suficientemente sensatos como para empezar con un producto principal (búsqueda web), y partir de ahí, expandirse.

Empezar en pequeño te permite centrarte en lo más importante

Hay demasiados emprendedores que empiezan con una gran premisa imposible de llevar a cabo desde el día uno, lo que les distrae a la hora de construir un producto útil.

Imaginaros que Facebook hubiera dicho el día 1, “gestionamos la identidad en la web”. ¿Cuál hubiera sido el resultado potencial de esa forma de pensar?

  • Facebook hubiese empezado como una red social abierta a todo aquel que quisiera formar parte (vs la exclusividad, red que existía por cada escuela, a la que todo el mundo quería entrar). No creo que se hubiese unido mucha gente.

  • Hubiesen construido Facebook connect de inmediato. Después de todo, su objetivo era gestionar la identidad en la web… pero nadie lo utilizaría porque estamos suponiendo que casi no tendría miembros. Para Facebook, esto habría sido una gran pérdida de tiempo de ingeniería y una distracción para la empresa.

  • Hubiesen contratado grandes compañías de recursos humanos, de producto, de desarrollo empresarial, etc, todo para estar preparados para una posible “escalada”. Toda esta gente se habría cargado el componente cultural existente en la empresa, y como tal destrozado cualquier hoja de ruta ya existente.

No hay nada malo en construir algo que no crezca como la espuma desde el día 1

Una de las preguntas más habituales entre los inversores es: ¿y ésto, cómo lo haréis crecer?. Al fin y al cabo, para construir un negocio grande y a largo plazo, tienes que ser capaz de darle un enfoque y hacerlo crecer. Sin embargo, no importa que tengas que empezar a trabajar con tus propias manos. La clave es tener algo que se pueda sistematizar y replicar una y otra vez.

Ejemplos: Yelp necesitaba desarrollar un código para conseguir que un pequeño grupo de personas contribuyera con opiniones sobre San Francisco antes de lanzar el modelo de Yelp en ciudades nuevas. Lo mismo ocurría con Groupon y las ventas locales. Facebook con las universidades. Y Zynga aprendiendo las mecánicas de juego de los juegos individuales para después incorporarlo en múltiples juegos.

Si quieres construir algo grande, necesitas tener tu camino hacia la grandeza

Ahora, si bien pensar en pequeño y construir algo que no crezca como la espuma es crucial, siempre se debe tener en cuenta la trayectoria de tu producto o negocio a largo plazo. Este camino (y el objetivo final del camino en sí) puede cambiar de forma continua a medida que vas aprendiendo cada vez que las circunstancias lo exijan. Sin embargo, siempre tienes que estar pensando cómo puedes hacer lo que tienes, aún más grande de lo que es.

Un buen ejemplo de esto es la transición que Facebook hizo de las universidades al .com, a ser una red social abierta. Tuvieron que abrirse a más usuarios ya que empezaron a saturar los mercados pequeños. Lo que les obligó a continuar su camino hacia objetivos cada vez más grandes- gestión de la identidad en la web- aunque éste no fuera el objetivo original del servicio.

Al pensar en pequeño, finalmente fueron capaces de pensar muy, muy a lo grande.

Más información: Eureka-Startups.

Fuente: Eureka-Startups.