Me gusta referirme a ello como el “glamour brain”, haciendo referencia al tipo de vida que implica trabajar en una startup según lo que cuentan los medios y la prensa especializada. Ya sabéis el tipo de artículos de los que estoy hablando… los que hablan sobre lo fácil que es recaudar fondos, o la cantidad de usuarios que está ganando esa startup tan y tan famosa, o sobre lo genial que es ser CEO. Muy pocas veces escuchas lo puñetero que puede llegar a ser y como eso de ser CEO no está hecho para todos los fundadores que quieren ser emprendedores. Últimamente he pensado mucho en las implicaciones de ser una gran CEO para un startup siendo a la vez el fundador. Aquí tenéis algunas de las características con las que he pensado.

1. Tienes que ser el encargado de mantener la visión de la empresa

El CEO es el encargado de mantener la visión general de la empresa. No estoy hablando de la visión necesaria para seguir adelante los próximos meses, sino de todo el camino que queda por delante.

El CEO tiene que ser capaz de mantener las cosas claras, pero a la vez asegurar que se sigue en la línea global que sigue la startup. En muchos casos, es necesario el paso de los años para que una startup llegue a cumplir esa visión global que quiere adoptar, o como Google, un década. Y hace falta tener un buen CEO para mantener la compañía siempre en la misma línea. El buen CEO, será el que juzgue las iniciativas que van llegando para ver si son una pieza adecuada para acabar el gran rompecabezas que implica llegar a alcanzar esa visión.

2. Absorbe el dolor y hazlo por tu equipo

El CEO de una startup tiene que ser el muñeco de vudú personal de la empresa. Tienen que ser capaces de asumir fuertes cargas de estrés, dolor y tortura, y a la vez, tomar decisiones con la cabeza fría. No puede permitir que la tropas sufran estrés y se preocupen por los retos que la empresa tiene que encarar. Un buen CEO se comerá él solo el estrés, para que el resto del equipo pueda tirar hacia adelante. Es por eso que también tiene que ser capaz de enmascarar los posibles nervios. No estamos diciendo que tenga que mentir o esconder cosas al equipo, no sería ese el tema. No hace falta que todo el equipo sufra y se preocupe por las pequeñas tensiones diarias, sino que eso tiene que recaer más en el CEO.

3. Encuentra a los más inteligentes y expertos, y deja que controlen su campo

El CEO de una startup necesita tener un gran don para encontrar talento. La clave radica en buscar gente que sea más inteligente en temas concretos. Pueden ser miembros o líderes de equipos técnicos o un nuevo vicepresidente de desarrollo de negocio. Un buen CEO tiene que tener la habilidad de encontrar estos perfiles y tomar decisiones rápidas para contratarlos. También tienen que mostrarse suficientemente apasionado para convencerles de las ventajas de formar parte de una startup (ya que seguramente tendrán un trabajo seguro y mejor pagado). Sin embargo, lo más importante para el CEO, llega una vez hechas las contrataciones. Lo más importante será ser capaz de darles suficiente confianza para que lideren y controlen el campo del que son expertos. Sabemos que es difícil delegar, pero se tiene que hacer, especialmente cuando una empresa empieza a crecer.

4. Sé un buen enlace entre la compañía y los inversores

Quieras o no quieras creerlo, ese inversor no está solamente interesado en tu empresa. Aunque seas una super estrella, tienen un montón de compañías a las que ayudar y muchas más esperando entrar en sus listas. Un buen inversor escogerá entre 2 y 3 compañías con las que trabajar cada año. Y un buen CEO será un buen vínculo entre el progreso, los problemas y las áreas en las que los inversores necesiten ayuda. Gran parte de las startups que acaban de empezar y consiguen fondos, tienen una junta formada por 3 miembros: el CEO fundador, el inversor y un miembro independiente. Serás el único representando al resto de fundadores y empleados.

5. Sé un buen enlace entre la compañía y el producto

Soy de los que piensa que las mejores empresas son aquellas que consiguen mantener al CEO fundador durante mucho tiempo. No porque los fundadores tengan el derecho innato de ser CEO, sino porque el CEO tiene que mantenerse cercano a la visión del producto impulsado por la empresa. Los fundadores son los que mejor entienden esto y apostarán por esta visión pase el tiempo que pase. Para llenar las lagunas en la gestión, sólo hace falta buscar un buen COO, otros miembros para la junta, y jefes para las distintas áreas. Facebook ha seguido esta estrategia, y lo mismo hizo Apple con Steve Jobs al frente. Se trata de mantener al CEO lo más cerca posible del producto.

6. Sé capaz de aprender mientras trabajas

Son muchos los CEOs que empezaron sin tener un máster en administración de empresas o algún tipo de conocimiento previo sobre como hacer crecer una compañía de la nada. Los mejores son aquellos que aprenden sobre la marcha y aprovechan sus errores para aprender. Zuck empezó con 19 años, y ahora, pasados 7, dirige la compañía más poderosa de Internet. No te preocupes por si estás o no “cualificado”. Aprenderás lo básico a lo largo del camino, y es que los mejores son los que se rodean de mentores inteligentes para formar una buena junta.

7. Es mejor no tener experiencia

Para ser CEO de una startup, es mejor empezar de cero, sin ningún tipo de experiencia. Si llegas con ideas preconcebidas y bloqueas los métodos rudimentario de uno de los fundadores de la startup, te estás perjudicando a ti mismo. La educación tradicional te prepara para dirigir grandes empresas, no una startup con menos de 50 personas. Tienes que pensar que una startup es diferente, y también la manera de liderarla.

8. Hay que tener una extraña habilidad para decir no

Ya verás como te verás inundado con peticiones varias de posibles socios, inversores, empleados y muchos más. Todo sonará a fantástico. A medida que crezcas, también tendrás más recursos para ir procesando algunas de esas peticiones. No lo hagas. Es muy fácil decir que si, y complicadísimo decir que no. Si aprendes a decir que no, podrás mantener tu compañía en la línea que tú decidas seguir. También hará que tu equipo de trabajo esté más centrado y contento, ya que tendrán un único objetivo a perseguir durante mucho tiempo. He visto fracasar a muchas startups porque su CEO no paraba de cambiar los objetivos que los jefes de producto e ingeniería tenían que seguir.

9. Ten un poco de conocimientos técnicos y aptitudes

Un buen CEO no tendría que tener miedo de un editor de textos o de aprender a codificar un poco. No hace falta que lo controlen a diario, pero sí que entiendan los requisitos técnicos básicos. Es muy fácil decir “construye esto”, pero entender cómo construirlo, es jugar en otra liga. Algo que puede parecer simple puede suponer una gran proeza técnica que no puede conseguirse con los recursos y las fechas límites marcadas.

10. Tienes que dividir las cosas en pequeños trozos y objetivos

¿Recuerdas esa visión a largo plazo que tienes pensada para tu empresa? Lo más probable es que sólo tenga sentido para ti y tu cofundador. Tendrás que romperla en pequeños pedazos y hitos para que todo el equipo logre entenderlo. También tienes que ser capaz de escoger cuándo y cómo conquistar ciertas cosas de forma estratégica. ¿Cómo puedes ganar fuerza? ¿Por que puedes empezar teniendo en cuenta los recursos que tienes?

11. Ten la habilidad de reaccionar

No hay nada que salga según planeado. Las cosas se desmontan, los empleados se van, pasan historias raras, los servidores se colapsan, y mil cosas más. Tendrás que lidiar con todo y más, y de forma rápida. En términos de fútbol: “Cuando el quarterback sube a la línea de defensa, y ve una alineación defensiva que no esperaba, se ajusta y grita para cambiar de jugada”. Te tropezarás con cosas que no esperabas y tendrás que saber reaccionar. Acelerar el lanzamiento, gastar más dinero aquí y allí, o incluso abandonar el proyecto.

12. Motivar a tu equipo a pesar de la desesperación

A la gente le encanta charlar. Y les gusta aún más cuando a una empresa no le van bien las cosas. Un buen CEO, será capaz de ignorar esos momentos de desesperación pública y mantener la empresa centrada en sus cosas. Tienen que ser capaces de desacreditar los rumores o encararlos con valentía, manteniendo los miembros de la empresa centrados en la misión más grande del momento. Puedes hacerlo a través de charlas de 5 minutos o con correos motivadores. Lo peor que puedes hacer es no encarar la situación y ser pasivo y agresivo. Uno no puede acobardarse.

13. Sé un gran comunicador

Tienes que ser capaz de transmitir la energía y la pasión que sientes a todo el equipo… todas las veces necesarias y a diario. Como fundador de la startup, debes comunicarle a todo el mundo la visión y la meta que espera alcanzar tu compañía. Tienes que simplificarlo y convertir esa visión en algo que los simples mortales puedan entender. No puedes ir hablando en jerga tecnológica o términos industriales raros. Tiene que ser simple, claro e irresistible. También tienes que ser capaz de argumentarlo todo.

Muchos intentarán “picarte” para ver qué tipo de carácter fuerte eres. Tienes que ser respetuoso, pero dar una respuesta muy segura. Puedes equivocarte, pero dudar, nunca.

14. No seas un CEO falso

Mark Pincus, CEO de Zynga, propone unos argumentos contundentes en contra de ser un CEO falso. Pero resumiendo, lo que viene a decir es que hay que preocuparse de las cosas que producen un resultado, no de la fama. Si dudas entre ir a una conferencia o en hacer una reunión para llegar a un acuerdo, deja primero el trato cerrado. No se lo dejes a “alguien de confianza”. Tienes que ensuciarte las manos todos y cada uno de los días.

Más información: Eureka-Startups.

Fuente: Eureka-Startups.