Los carteles de pisos en venta o en alquiler se han convertido en parte del paisaje urbano español. El boom inmobiliario ha dejado el legado de miles de viviendas de primera y de segunda mano que buscan comprador o inquilino al mejor precio. Para dar respuesta a esta demanda en alza, tres emprendedoras han importado el home-staging para dar forma a su negocio. Se trata de una técnica de márketing que pretende aumentar el interés comercial de los inmuebles.

Marta López es la artífice de B-Staging, una firma que desde hace seis meses redecora inmuebles en Cataluña. Casas en escena nació a finales de 2010 bajo la batuta de Sophie Lebhard y Claire Foliot, dos jóvenes francesas que, animadas por la acogida de este concepto en su país de origen, decidieron hacerse empresarias.

Mi casa, mi tesoro

Estas emprendedoras coinciden en que la mayor dificultad en la puesta en marcha de este tipo de negocios es hacer entender a los propietarios que para vender mejor hay que invertir, «y no sólo se trata de poner un par de cojines», señala Lebhard. La mayoría de sus clientes los obtienen a través de las agencias inmobiliarias, aunque poco a poco son los particulares los que solicitan su ayuda. Casas en Escena también trabaja en el acondicionamiento de pisos piloto, «acelera mucho el tiempo de venta», según Lebhard.

La inversión para lanzar una empresa de estas características no es muy elevada –10.000 euros en ambos casos–. La labor comercial es tan decisiva como el diseño de la página web. «Es una vitrina importantísima. El 85% de la gente recurre a Internet para hacer una preselección antes de decidir una compra o alquiler», señala Lebhard.

López también considera fundamental contar con un local lo suficientemente grande para guardar el mobiliario que se utiliza para mejorar la decoración. Es lo que la creadora de B-Staging define como la despersonalización de la vivienda con un único objetivo: «Que guste más, destacando los puntos fuertes sobre el resto. También una iluminación adecuada es clave». Asegura que es posible adecuar un inmueble en un par de días y por un coste que va de los 400 a los 5.000 euros.

«Cuando se decide poner en venta o alquiler una vivienda, deja de ser un hogar. Es entonces cuando ponerse en contacto con un home stager recomendado o no por un agente inmobiliario cobra sentido. Hay que entender que se trata de un producto en el que es necesario aplicar estrategias de márketing para favorecer su éxito en el mercado», afirma Lebhard, quien reconoce que «calcular cuánto tiempo llevará la redecoración es clave para fijar su coste y el margen comercial».

Más información: Diario Expansión.

FuenteDiario Expansión.