Sumido en una especie de limbo en el que se debate una y otra vez sobre su futuro (sin ir más lejos, cinco grandes periódicos –El País, The Guardian, Le Monde, La Stampa y Suddeustche Zeitung– llevan desde hace un año un especial sobre El futuro de Europa), nuestro Viejo Continente está empeñado en que tecnología e innovación lo saquen adelante. En que su crecimiento económico de aquí a seis años sea, tal y como describen los documentos oficiales, “inteligente, sostenible e integrador”.

Hasta aquí, los eslóganes. ¿Por qué te interesa? Porque aunque la mayoría de las novedades que entran en marcha en 2014 tengan que ver con el marco de investigación, hay algo que cambia.

“El anterior programa marco era más de investigación y menos de mercado e innovación. Aquí eso está presente de continuo”, resume María José Molina, manager de financiación la innovación de Alma Consulting.

Este cambio, por un lado, supone que parte de los 77.000 millones de presupuesto (hasta la fecha, es el programa de I+D+i mejor dotado de la historia de la UE) vayan a empresas, con partida especial dedicada a las pequeñas incluida; por otro, que haya otro programa enfocado a la competitividad de la pyme.

¿De qué va todo esto?

Como tendencia que es desde hace varios años, a la pata más económica de Bruselas le preocupa especialmente dos asuntos. Bueno, uno: vosotros. Emprendedores y pymes. El problema es que, hasta la fecha, esta estrategia europea 2020 es más teórica que práctica. “Hay información, pero es complicado porque todavía nadie se ha presentado”, afirma Molina.

Aun así, coincidiendo con su lanzamiento y cambio de ciclo, que arranca este año y del que, según empiece a ejecutarse oirás hablar en la prensa y asociaciones de empresas locales y regionales, nos hemos dedicado a digerirlo para contártelo en esta pequeña guía sobre el futuro –en creación, consolidación e innovación empresarial– de Europa. Pasen y vean.

Investigación, desarrollo y, sobre todo, innovación. Se llama Horizonte 2020 y es el nombre que le han puesto al octavo programa marco de Investigación y Desarrollo, los ciclos de cuatro, cinco o seis años en los que se organiza la Unión para financiar el I+D en centros de investigación y en empresas). Como te decíamos, con 77.000 millones de presupuesto es el mejor dotado hasta la fecha y tiene un ojo puesto en la innovación y otro en las pymes. Y es que siete programas después, Europa se ha dado cuenta de que mucha investigación se quedaba en el laboratorio así que en los próximos años apuestará más por la innovación empresarial.

Las primeras convocatorias se abrieron el pasado 11 de diciembre y se ejecutarán durante todo 2014. “Se presentaron 148, de los cuales en el apartado de ciencia excelente hay 22, en el de industria competitiva hay 40 y en el de retos sociales, que puede ser práctico de cara a las pymes, hay 86. Que afecten a pymes yo detecto casi 90. Se han lanzado, pero hay una situación de indefinición y no se sabe cómo van a rodar”, afirma Jesús Casanova, director del CEEI de Valencia.

Bajar al terreno: el instrumento para pymes. “El apoyo a las pymes es una de nuestras prioridades. Su participación en el programa se hará a través de un nuevo instrumento dedicado a ellas”. Eso es lo que dice la descripción del Instrumento para Pymes, que propone el Horizonte 2020 para acercarse directamente a ellas. Europa también se ha dado cuenta de su peso en la economía (y de que parte de la innovación puede venir de ellas) y les dedica esta partida.

“Si eso es definitivo, la clave es esa: bajar al terreno”, afirma Javier García, fundador de Instituto CIES y Sintetia. “El séptimo programa marco eran 50.000 millones de euros y accedían grandes corporaciones, que aunque necesitaban a pymes, estas eran muy estructuradas en I+D”, añade.

A tener en cuenta

Para que exista un efecto de proacción de verdad tiene que pasar eso. Hay que crear de abajo arriba. “Desde una perspectiva macro, sí, las grandes son más productivas, así que podemos meter dinero en las empresas grandes y en el PIB tira. Pero generas desigualdades en el tejido empresarial. No es sostenible. La clave es crear una natalidad empresarial que vaya metiéndose poco a poco, de la que salgan lo que yo llamo ‘multinacionales de cinco trabajadores’. Lo que yo veo con Bruselas es que les cuesta mucho bajar a ese terreno. No sé si porque hay exceso de burocracia; ellos detectan y hacen informes, pero a la hora de lanzar los grandes programas dejan fuera a muchos de los que deberían estar dentro”, continúa García.

¿Cómo funciona este nuevo instrumento? Dividido en tres fases, primero se subvenciona una idea o proyecto con 50.000 euros para transformarlo en prototipo, si pasa a la segunda se desarrolla (con presupuestos de entre 500.000 euros y 2,5 millones) y finalmente se lanza al mercado.

“En la tercera fase hay un cambio importante. Lo que quiere la Comisión es ayudar a la empresa a lanzar el producto al mercado. Abre vías de comunicación para que aparezcan business angels y otras formas de financiación para lanzar por fin el producto al mercado. El anterior programa marco era menos de mercado e innovación y más de investigación. Aquí cumple todo el ciclo de vida”, explica Molina.

¿Cómo presentarse? “A través de páginas europeas. Y el CDTI siempre apoya”, continúa la manager de la innovación de Alma Consulting. ¿Será necesario pasar por una consultora que ponga un poco de orden en el caos burocrático de estas convocatorias? “Siendo realistas, si no te has presentado nunca, yo lo veo un poco complicado. Tienes que buscar que el proyecto tenga un impacto a nivel europeo. Por ejemplo: la sociedad europea está envejeciendo, así que todo lo que tú hagas que lo detecte o frene va a tener un impacto. Algo que no sirva sólo para tres personas”.

¿Qué pasa si quiero montar uno de esos negocios de toda la vida? ¿Es que Europa no se acuerda de mí? Las preguntas se las hacía más de uno durante la Asamblea Europea de la Pyme, un evento que organiza desde hace dos años la Comisión Europea para “entrar en contacto” con las verdaderas receptoras de políticas y ayudas, y al que Emprendedores acudió.

El programa Cosme para la competividad de la pyme, respondía Daniel Calleja, director general de Empresa e Industria de la Comisión Europea, también es parte del empeño 2020 europeo. Tiene 2,3 billones de euros de presupuesto para a) favorecer el acceso al crédito y a los mercados de las pymes, b) asistir a los gobiernos y que implementen reformas que les faciliten la vida. Que son más o menos los temas que preocupan a las pequeñas empresas.

El acceso al crédito. En plena moda ciclista, la empresa valenciana Closca fabricó un prototipo de un casco para bicicleta plegable. Tras buscar sin éxito un banco que le diera un crédito para producir una primera línea, abrió sede en Estados Unidos y probó suerte en Kickstarter, una de las plataformas de financiación colectiva más conocidas. Consiguieron 60.000 dólares (pedían 45.000) y pudieron empezar a vender su producto.

“En Europa hay sobredependencia de los bancos”, afirma Calleja. El acceso al crédito trae a las pymes de cabeza en toda Europa (aunque especialmente en los países más tocados por la crisis, España, Italia y Grecia): según la encuesta a pymes que hace trimestralmente el Banco Central Europeo, entre abril y septiembre de 2013 al 12% de las pymes se le rechazó un crédito cuando lo pidió y el 16% de ellas consideran que es su principal problema.

Más información: Revista Emprendedores.

Fuente: Revista Emprendedores.