Ya no vamos a trabajar más para la misma empresa durante 40 años. Si tienes una mentalidad empresarial, esta realidad no te debe asustar. Para bien o para mal, tenemos más oportunidades que nunca para ganar una renta de diferentes maneras.

Ten fe en ti mismo, si estás obligado a decidir, reinventarte a ti mismo no es tan difícil como puedes pensar.

En la universidad, empecé a estudiar económicas. Me pareció muy aburrido y descubrí rápidamente que lo odiaba. En un capricho, tomé una clase de arte y me encantó.

Me reinventé a mí mismo como un artista. ¡Como muchos de nosotros descubre, en realidad tenemos que ganarnos la vida después de la universidad ! Así que he combinado mis metas artísticas con las económicas.

En mis cincuenta, el dinero que estaba haciendo de las ideas que conseguía patentar se redujo, así que me reinventé a mí mismo como un emprendedor de pequeña empresa en la industria de accesorios de música. Al mismo tiempo , me decidí a ser un mentor y he creado un programa educativo sobre patentes.

Estaba nervioso, por supuesto, pero nunca dejé que eso me detuviera. Eso puede ser porque vi a mi padre hacer lo mismo. Después de trabajar para la misma empresa durante 25 años, se convirtió en un agente inmobiliario. No fue difícil para él. Creo que la razón es porque él nunca se definió a sí mismo por su trabajo. Disfrutaba de su trabajo y le interesaba, pero se mantenía aparte de él de una manera latente . No se tomó personalmente el ser despedido, lo que hizo más fácil para él, el seguir adelante.

En retrospectiva, su disposición a reinventarse a sí mismo me impactó profundamente. Si pudo hacerlo, entonces yo también.

Tenemos tantas personas que nos dicen estar con miedo por perder nuestros puestos de trabajo o por intentar algo nuevo. No tiene por qué ser así. Cuando es hora de un cambio, básalo en estas estrategias para ayudarte:

1. Comprueba tu ego:

Ningún trabajo es demasiado pequeño o tiene apenas importancia. Cada puesto de trabajo puede ser una experiencia de aprendizaje. Es más importante preguntarte, “¿Qué puedo obtener de esto?”.

2. Céntrate en la construcción de tu caja de herramientas:

Hay habilidades básicas que son beneficiosas para muchos puestos de trabajo (así como para tu vida personal) que se pueden conseguir fácilmente. Aquí tienes tres:

a. Ventas:

Siempre he alentado a mis tres hijos a aceptar empleos de ventas. No me importa si es el peor trabajo de ventas, van a aprender mucho, incluso si es en frío llamando o yendo de puerta en puerta. Siempre estamos vendiendo, incluyéndonos a nosotros mismos , desde la primera cita hasta el momento de ir a un banco para un préstamo.

b. Dirigir y gestionar:

Nunca viene mal conseguir un poco de experiencia en gestión. Cada empresario quiere contratar a alguien que sepa cómo dirigir las personas que les rodean. Podrías coger un trabajo en un restaurante de comida rápida o en una cafetería y trabajar para cambiar el modo de liderar.

c. Finanzas:

Si desarrollas habilidades financieras, nunca te van a venir mal. Sorprendentemente, muchas personas no tienen ni idea cuando se trata de sus finanzas. Estas son todas las habilidades que vas a utilizar al empezar tu propia empresa , también.

3. Evalúa en líneas generales tus propias habilidades:

¿Qué habilidades tienes? Piensa profundamente, y no sólo en tu vida profesional. Los empleadores están buscando a gente en la que puedan confiar. ¿Qué te hace ser una persona en la que confiar? ¿Eres puntual? Puedes buscar las habilidades que practicas en tu vida diaria que te hacen ser una persona responsable.

Haz una lista enorme. Pregunta a tus amigos y familiares para buscar ayuda. Su visión puede revelar nuevas cualidades. De esta manera, puede igualar tus habilidades para cada trabajo que solicites . Asegúrate de comprender íntimamente la cultura y la actitud de cada empleador.

4. No descartar la creación de tu propio puesto de trabajo:

Este es el enfoque que tomé después de la universidad. No vi ningún trabajo por ahí que se adaptara a las habilidades que tenía, así que decidí salir por mi cuenta. Vendí mis artesanías en ferias, lo que fue un movimiento muy audaz desde una retrospectiva.

Más tarde, en mis veinte años, fui contratado por una Startup para hacer exactamente lo mismo. La vida es extraña. Sabía que trabajar en una Startup me enseñaría muy diferentes habilidades que yo no tenía, habilidades, que yo sabía que iba a necesitar en el futuro.

La oportunidad está a nuestro alrededor. Sólo tenemos que aprovecharla.

Más información: Entrepreneur y TodoStartups.

Fuente: Entrepreneur y TodoStartups.