Cultura emprendedora.

En España es escasa.  La familia insta a los hijos a buscar un trabajo fijo. Además, hay toda una generación educada bajo la idea de que la creación de empresas es una forma rápida y fácil de ganar dinero. Y ser emprendedor es, en cierta medida, irracional porque se asumen riesgos y costes muy superiores a los que soportan los trabajadores por cuenta ajena. La “propensión al riesgo” es la característica emprendedora menos valorada por los jóvenes, por lo tanto, se debería premiar más la iniciativa emprendedora.

Educación.

La iniciativa emprendedora es una disciplina y puede aprenderse. El modelo educativo que parece funcionar es el que combina al profesor con interacciones con emprendedores locales. La clave es combinar la pedagogía y el contenido.

Financiación. 

Es uno de los problemas más serios a los que se enfrentan los emprendedores. El capital riesgo en las primeras fases (venture capital) es relativamente escaso en España para el tamaño de la economía del país. Sin embargo, las redes de inversores privados (business angels) están bastante desarrolladas y salen bien paradas en comparación con otros países del entorno.

"Locus de control".

Según este estudio, “los jóvenes españoles reúnen muchos valores necesarios para el emprendimiento, aunque identifican tanto obstáculos de carácter externo (coyuntura económica, financiación,...) como internos (miedo al fracaso, actitud hacia el riesgo, poca creatividad). Pero destacan como principal característica el “locus autocontrol”, es decir, la creencia de que su destino está realmente marcado más por sus propias iniciativas que por el exterior. Y esto ya es un buen principio.

Más información: Revista Emprendedores.

Fuente: Revista Emprendedores.