Se trata de un consumidor senior: en 1950 había 200 millones de personas mayores de 60 años; en el 2050 habrá 2.000 millones. Además, con un gasto creciente: en 2010, los consumidores mayores de 60 años gastaron más de 8 billones de euros; en 2020 el gasto será más del doble. Existen ya portales, hoteles, supermercados... adaptados a este segmento de población.

Un consumidor más conectado: el 20% de la población, 1.400.000 personas, tienen conexión a Internet y España es uno de los países donde más se conecta la gente. No sólo está más conectado sino que además es multicanal (iPad, móvil, pc, tv, radio...) y aprende a una velocidad impresionante. Ha puesto el ejemplo de una heladería que te ofrece puntos si opinas online de su marca, tanto si ésta es favorable como si no. El consumidor se está transformando en el principal agente de marketing para cualquier empresa.

Un consumidor más inteligente, que gracias a las nuevas tecnologías – geolocalización o códigos bidi- permite a las empresas estar más cerca de él, con lo cual se sofistica la aproximación al producto o servicio. Angel Bonet ha insistido en la necesidad de escuchar al consumidor y se ha preguntado ¿cuántas empresas tienen clientes en sus Consejos de Administración o a gente joven o a potenciales consumidores?.

Un consumidor cada vez más exigente y más difícil de sorprender, que quiere comprar de otra manera, tener experiencias nuevas y ese “plus” puede ser la diferencia con la competencia. Ha puesto como ejemplo a Tesco, que ha recreado en el metro de Corea los lineales de productos de los supermercados con fotos y códigos bidi, de forma que el cliente hace la compra mientras viaja y al llegar a casa su pedido está hecho. En España, Active Cooking Madrid, tienda de menaje, ha colocado una cocina en el propio establecimiento en la que hacen cursos, exhibiciones... ofreciendo experiencias nuevas al proceso de compra.

Un consumidor más sofisticado, más complejo. Como demuestra el éxito de los restaurantes “Dans le noir” muy de moda últimamente en los que se almuerza o cena totalmente a ciegas.

Un consumidor más inaccesible ya que el mundo on line nos aleja físicamente a las empresas del consumidor. Por ello, las empresas deben hacer propuestas que combinen el entorno on line con el presencial. Por ejemplo, H&M, recientemente vendió parte de su colección de verano en un “container” que colocó en la playa, acercándose al cliente. En Rocawear, ropa de hip-hop y complementos, realizaron un concurso para encontrar a los mejores músicos de la calle en sus propios establecimientos.

Un consumidor más solidario y con más poder: para hacernos una idea en España hay 10.000 fundaciones, 4,5 millones de personas son socias de ONGs, 300.000 son voluntarias, la economía social supone el 8% del PIB (51.762 empresas, 110.000 millones de euros de facturación). En el Reino Unido a principios de 2011 han abierto “The People´s supermarket” un supermercado donde puedes comprar con descuentos de hasta un 20% si un día, durante ciertas horas, trabajas reponiendo o en la caja.

En definitiva, un consumidor más senior, más conectado, más listo, más exigente, más sofisticado, más inaccesible y más solidario.

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Fuente: Navarra Innova.