La crisis está haciendo mella en la consolidación de las nuevas empresas que se crean en España. Analizando los datos de la pasada década se observa como, tras una mejora en los primeros años, la tasa de supervivencia ha empezado a descender en el segundo quinquenio.

Por ejemplo, de las empresas creadas en 2004, un 15,49% desaparecieron al año siguiente, mientras que en 2009 habían cesado su actividad el 20,19% de las empresas creadas el año anterior. Es decir, ha aumentado en casi cinco puntos la tasa de mortalidad en el primer año de vida.

Más preocupantes son las cifras de empresas que sobreviven los cinco años de vida, periodo en el que se considera que han superado la fase “crítica” y se han consolidado en el mercado. Hasta ahora, la tasa de supervivencia en este periodo se mantenía por encima del 50% (concretamente en el 53% las creadas en 2001 y 2002). Sin embargo, la tasa en las empresas constituidas en 2004 ya ha roto esta barrera, situándola en el 49,3%. Una tendencia que podría estar agravándose actualmente, a tenor del aumento en la mortalidad empresarial que se está produciendo, como ya se ha reflejado, en los primeros años de vida.

Empleo y forma jurídica

Si analizamos un poco más en profundidad los datos se contemplan algunas tipologías en las que es más acusada la tasa de mortalidad empresarial: empresas de personas físicas, sin empleados y del sector de la construcción o del comercio. Mientras que las constituidas como SA o SL, con más de 10 empleados y pertenecientes al sector servicios muestran, en general, una mayor supervivencia.

Unos perfiles que vienen a reforzar algunos de los factores que favorecen que las nuevas empresas superen sus primeros años:

-Emprender por oportunidad (no por necesidad).

-A mayor tamaño, mayores posibilidades.

-Mejor emprender acompañado que solo (y preferiblemente si hay un socio mayoritario).

-Planificar con antelación una buena estrategia y modelo de negocio.

-Acceso a recursos ajenos y una gestión eficiente de ellos que permitan el crecimiento.

-Poseer o adquirir conocimientos de gestión empresarial.

-Tener experiencia (tanto del mercado como de haber emprendido anteriormente).

En la actual situación es importante que se potencie el lanzamiento de nuevas empresas, pero aún lo es más el perseguir que estas crezcan, que tengan envergadura como para ser líderes aquí y competir en el exterior, que creen empleo... Y esto sólo se consigue con tiempo, a largo plazo.

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Fuente: Revista Emprendedores.