1.- Nunca digas al público que te sientes ansioso o intimidado. Empezarán a buscar señales de nerviosismo en tu lenguaje corporal y acabarán encontrándolas. Nunca sospecharán que estás nervioso a menos que se lo digas o lo manifiestes.

2.- Habla utilizando gestos que indiquen confianza, aunque estés aterrado. Utiliza el gesto de la “aguja del campanario” (las manos unidas por las puntas de los dedos con los brazos flexionados), una de las favoritas de los directivos confiados, y posiciones con la palma de la mano abierta y cerrada.

3.- Evita gestos negativos. Como señalar al público, cruzarte de brazos, cruzar los pies, tocarte la cara y sujetarte el atril.

4.- Sé expresivo, pero sin exagerar. Mantén los dedos unidos cuando gesticules y las manos por debajo del nivel de la barbilla.

5.- Muéstrate animado. Asegúrate de que tus expresiones faciales son un reflejo de lo que estás diciendo. La gente te creerá y te captará más si tu cara cuenta la misma historia que tus palabras. Pero ve con cuidado de no pasarte.

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Fuente: Revista Emprendedores.